martes, 31 de julio de 2012

MALTRATO




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Ayer nos acostábamos horrorizados ante la triste noticia de que en el mismo día habían sido asesinadas cuatro mujeres a manos de sus ex-maridos, ex-parejas o sus novios.

Hace unos años una jueza de mi ciudad hizo un estudio sobre el perfil de los maltratadores, y que causas subyacían en los maltratos. El informe tenían el fin de colaborar en un estudio del Ministerio de Justicia con la intención de proponer alguna solución a aquella lacra que comenzaba a despuntar como un Iceber. No sé si como consecuencia de ese estudio más tarde se aprobó  la Ley de Protección a la Mujer, la verdad es que más bien lo dudo, pero lo cierto es que el informe puso de relieve ciertos aspectos sobre el maltrato de los que no se suele hablar. No lo neguemos, a los españoles nos gusta el morbo y a los periódicos las muertes sensacionalistas más.

Las razones del maltrato

Pero volviendo al estudio las conclusiones a las que se llegaron en mi ciudad fueron las siguientes: De los casos de denuncia por maltrato la gran mayoría de las mujeres que se encontraban en procesos de separación o divorcio presentaban denuncias falsas, pon motivos eminentemente vengativos. Esto ha causado que muchas veces ante las denuncias no se acabe creyendo a las mujeres que denuncian de verdad.

  En los últimos años son frecuentes las noticias sobre asesinatos o agresiones a mujeres a manos de sus maridos y parejas, con la particularidad de que en un porcentaje elevado esos hombres agresores eran ex maridos, novios, amantes.
  A pesar de la aparente avalancha de información sobre el tema del maltrato a la mujer, resulta que los casos mencionados en los medios de comunicación son sólo la punta del iceberg.
  La característica de la violencia ejercida en la actualidad contra la mujer es la apariencia de normalidad. Golpes, insultos, palizas, vejaciones, incluida la agresión sexual, se producen a diario en los hogares y se revisten de argumentos y justificaciones de todo tipo. Lo más frecuente es que no suceda nada porque“son cosas de la pareja”,“no hay que meterse”,“ha perdido los nervios”. En definitiva, se le trata como un conflicto más entre adultos en esta sociedad estresante y violenta. Todas estas consideraciones ocultan el verdadero núcleo del problema: la mujer es agredida por el hecho de ser mujer. La mal llamada violencia doméstica es en realidad agresión a la mujer y no se produce solamente en el hogar sino en todos los ámbitos sociales. Dentro de la relación familiar y de pareja se trata de maltrato, en los social es agresión sexual y violación, y en el terreno laboral se traduce en acoso sexual


Las otras víctimas

  La violencia generada en una situación de maltrato no se limita a la mujer sino que abarca, en la mayoría de los casos, a los hijos. Estos comienzan por ser testigos de la agresión a la madre y paulatinamente van entrando en el círculo del maltrato. El mecanismo es el mismo que en el caso de la mujer, el padre golpea para imponer su voluntad y su dominio. La coartada utilizada es enderezar a los hijos, educarlos e impedir que se desmanden.
  Los niños víctimas de la violencia en el hogar sufren retraso escolar y alteraciones de la conducta, pero quizá la secuela más importante es la aceptación de la violaencia como un comportamiento normal y cotidiano. El niño expuesto a esta situación acaba por considerar la agresión como un recurso válido para solucionar conflictos. La violencia funciona y consigue sus objetivos, de esta forma se transmite la idea de que pegar y golpear son conductas aceptables y necesarias.